Adolescence Rin x Len OVA 1 parte 2 [Final]

^^ Traigo la parte final del OVA 1 :) espero que les haya gustado.. el próximo está en porceso y es un poco más trágico por que me gusta el drama...
Disfruten ^^



-Atchús!! –estornudó saliendo del baño envuelto en una toalla-. Mierda… -masculló entrando a su habitación.
Su hermana estaba acostada en la cama y se incorporó cuando él entró.
-¿Estás mejor? –se acercó con el ceño fruncido- ¿Por qué no te secaste el pelo? Vas a enfermarte de verdad –tocó su cabello mojado- ¿En qué estás pensando? –él la miró tiernamente- ¿Me estás escuchando?
-Eres muy linda cuando te preocupas así –sonrió y luego estornudó-. Lo siento.
-¡Sécate y abrígate! Iré a prepararte un té –dijo molesta y salió de su habitación.


-¡Tienes fiebre! –dijo preocupada, estaba sentada en la cama a su lado con el termómetro en la mano, él estaba acostado mirándola con ojos cansados- Realmente tomaste frío esta mañana –acarició su frente con ternura-, lo siento, es por mi culpa, me diste tu campera y…
-Shh –apoyó un dedo en sus labios y le sonrió-. No te culpes por un resfrío, Rin… Si duermo será suficiente… -apoyó la cabeza en la almohada y su hermana tomó su mano, se había quedado dormido sin más.
Rin suspiró y lo contempló con cariño.

La alarma de su celular estaba sonando, quiso extender el brazo para apagarla pero no pudo, algo estaba encima suyo. Abrió los ojos sin entender del todo la situación.
Estaba sin su remera y su hermana vestida con el uniforme recostada sobre su pecho dormía abrazándolo. Se incorporó sorprendido y notó que la cabeza le daba vueltas. Ella abrió pesadamente los ojos y miró somnolienta.
-Rin, estoy… yo… -ella lo miró y se sentó lentamente en la cama refregándose los ojos buscó el celular y apagó la alarma mientras su hermano se cubría con la colcha todavía sin comprender.
-¿Te sientes mejor? Lo siento me quedé dormida aquí mientras te cuidaba –bostezó, se la notaba cansada.
-¿Qué? –recordó que él día anterior tenía fiebre- Estoy bien, mejo… Espera ¿te quedaste toda la noche cuidándome? –ella bostezó.
-No, al parecer me dormí pero estabas sudando mucho y si dejaba que te enfriaras no te recuperarías –sonrió- ¡pero estás mejor! –Se apoyó en su hombro- Me asustaste cuando te dormiste tan de repente…
Él acarició su cabello y suspiró. Se levantó de la cama dejándola a ella recostada.
-Haré el desayuno, mientras duerme un poco, te despertaré para ir al colegio… -ella asintió y cerró los ojos exhausta.
Len salió de la habitación sonriendo luego de tomar su uniforme del placard.

-¿Ya estás mejor? –Meiko tomó una de las tostadas que su hijo estaba preparando y se la llevó rápidamente a la boca mientras se servía café- Rhin esh unaah shantaah –dijo con la tostada en la boca y las manos ocupadas en el café.
-Sí –sonrió-, pero ahora está muy cansada por haberse quedado toda la noche cuidándome –suspiró.
-Te diría que no vayan al colegio pero –tomó aire molesta-, después de lo que me dijo su profesora de matemáticas deben comportarse como los mejores alumnos del instituto esta semana ¿oíste? No quiero más problemas –suspiró.
-Entiendo, lo siento –llevó las tostadas y el café a la mesa.
-Salgo para allá…
-¿No es muy temprano? –inquirió mirando el reloj de la cocina.
-Ojalá –tomó la cartera de cuero roja- tengo que encontrarme con mi jefe del otro trabajo antes y creo que llegaré unos minutos tarde al colegio, tengo que correr para todos lados hoy –resopló y se puso los zapatos- ¡Nos vemos! Y recuerden comportarse… -salió de la casa.


-Aquí no… -Len alejó a Rin levemente y ella se cruzó de brazos- No te enfades… -suplicó.
-Dime por qué no debería hacerlo…
-Estamos cerca del colegio… Si alguien nos ve sería problemático… -ella desvió la mirada y suspiró algo apenada.
Él la miró apesadumbrado, quería recompensarla por lo que había hecho por él y también quería abrazarla pero sabía que no era correcto. Suspiró y miró a los lados para asegurarse de que nadie se acercara. Pasó el brazo detrás de los hombros de Rin y la acercó a él besándola suavemente.
-Dijiste que… -lo miró a los ojos y él le hizo un guiño y volvió a apartarla levemente- Idiota –rió empujándolo.


-Miku-san… ¿Puedo preguntarte algo? –La peliverde estaba caminando alegremente a su lado en dirección al colegio bebiendo un refresco.
-Ya te dije que me llamaras sólo Miku –le sonrió-, dime ¿qué quieres saber?
-Esto… Len… él sale con su hermana ¿cierto? –Miku casi escupe lo que estaba bebiendo.
-¡Ha..Haku-chan! –trató de retomar la compostura y rió aunque ella notó su falsedad- Todo el mundo se confunde a veces, es que no hay hermanos más unidos… Realmente son admirables yo apenas soporto a mi hermano… Pero ¿cómo es eso? ¿Por qué llamas a Len sólo por el nombre y a mí no? –sonaba ofendida. Haku se ruborizó a su lado y no preguntó más nada, Miku sabía que si la ponía nerviosa se olvidaría del tema.
Al entrar al colegio las sorprendió un grupo de gente acumulada en la entrada frente a la cartelera de anuncios. Se acercaron para ver qué sucedía.
-Yo lo sabía… Era bastante obvio… Pero no esperaba que fueran aceptarlo en público… -una chica hablaba con una amiga saliendo de la muchedumbre.
-Si te lo pones a pensar siempre estaban demasiado cerca… Pero no se me habría ocurrido que Len… Bueno, ya sabes que es famoso por la cantidad de chicas con las que estuvo…
-¡Ni lo digas! Yo salía con él y por eso te lo digo él seguro me engañaba con ella, te lo aseguro por eso dejó de hablarme, no me cabe duda…
Las dos amigas se alejaron y Miku no pudo oír más. Espantada comenzó a empujar gente para llegar a lo que les llamaba la atención. Allí estaba Rin tapándose el rostro con las manos realmente sorprendida y Len de espaldas a todo el mundo tenía un papel en las manos que apretaba con furia, respiraba agitado todavía sin reaccionar.
-Len ¿Qué demonios..? –Se acercó a él y miró detenidamente la cartelera conteniendo la respiración. En ella había como veinte copias de la misma fotografía: en ella se veía a los hermanos besándose con el texto “estos son los gemelos Kagamine”.
-¿Cómo? ¿Cuándo…? –Rin miraba la cartelera tan desconcertada como su amiga. Miku comenzó a reírse estrepitosamente luego de quitar una de las imágenes. Len la miró con el ceño fruncido, estaba demasiado furioso como para que le salieran palabras de los labios. Miku alzó la fotografía al tumulto de gente con una sonrisa divertida.
-Queridos espectadores, han sido engañados: se trata de una imagen trucada –Len se sorprendió y volvió a analizar la copia que tenía en sus manos-, miren con atención, está muy mal arreglada, si se fijan la luz que viene al rostro de Rin es superior y a Len le llega luz desde atrás… Además el viento otorga movimiento al cabello de Len, sin embargo a su hermana no se le mueve un pelo –sonrió satisfecha- además –rió con ganas- ella está vestida de invierno y él tiene el uniforme de verano ¿no les parece extraño? –palmeó a Len en la espalda- ¡Qué gente más bromista! –tomó a Rin de la mano- Hasta alguien que no esté acostumbrado al arreglo fotográfico como yo se debería haber dado cuenta… -dijo en voz más alta para que la gente quedara convencida, muchos se acercaron a la cartelera y quitaron imágenes para corroborarlo, reían y tiraban el papel a la basura.
-¿Quién pudo hacer algo así? Seguro no es coincidencia que sea en este momento que… -Rin comenzaba a enfadarse. Miku carraspeó, Haku se acercó a ellos.
-¿No te parece obvio? –se cruzó de brazos- Sólo una persona tiene una foto tuya besando a alguien… La parte de Len es más sencilla de conseguir, pero sólo alguien que tenga una foto tuya apta para editar de esta manera podría… Además tendría que tener una razón más… Como por ejemplo ganas de acabar con la reputación de Len… No… De ambos, alguien bastante molesto… Una mierda de persona…
-Kaito –Len escupió el nombre y tiró la fotografía a la basura, se dio vuelta.
-¡Len! ¡¿A dónde vas?! ¡Leen! –él no la escuchaba- ¡Me lo prometiste! –quiso seguirlo pero Miku la tomó por el brazo, ella la miró con fastidio.
-Déjalo, no le hará nada –Rin no estaba convencida-, vi a Gakupo en ese pasillo, estará bien, ahora debes ayudarme a quitar todas las fotos posibles… Antes de que llegue Meiko-sensei –Rin analizó la situación unos instantes y asintió suspirando-. Vamos, Haku, ayúdanos.

-Len-kun –Luka colocó una mano sobre su hombro, él no la había visto, a punto de abrir furiosamente la puerta del aula de Kaito. La miró con desdén por haber sido detenido.
-Suéltame, por favor – su tono era desafiante.
-Gakupo me pidió que no te dejara entrar…
-Sempai, por favor –su voz era ruda-, no te metas en esto… -ella suspiró pero no lo soltó, Len con un movimiento brusco se quitó su mano de encima.
-Len-kun –dijo con severidad- ¿Qué caso tiene? –colocó la mano en el picaporte para evitar que entrara.
-Sempai… no es asunto tuyo…
-Escucha, Len-kun, hay fotografías esparcidas por todo el colegio, incluidos los baños, Miki está quitándolas del baño de mujeres de todos los pisos, no podemos entrar al de hombres, haz algo más útil que desquitarte a la fuerza y ayúdanos…
-¿Crees que puedo permitir que Kaito haga lo que quiera y siga como si nada? –estaba perdiendo los estribos.
-Len-kun –masculló-, Gakupo ya está adentro, no se necesitan más personas…
-¿Quién se cree que es? ¿Por qué yo no puedo matarlo también?
-Porque me lo prometiste –Rin estaba detrás suyo-, vamos déjalo ya… Yo también quiero estrangularlo pero ahora es más importante acabar con todas esas imágenes… Mamá llegará en cualquier momento, Len…
-Rin tiene razón –suspiró-, ya quitamos todas las que había en este pasillo, y Miki se está ocupando de los baños de mujeres ¿Puedes colaborar, Len-kun? –él bufó y asintió con la cabeza y las dos sonrieron- Vayan al piso de arriba, Meiko-sensei tiene clases allí primero ¿cierto? Yo me ocupo de los que queden aquí abajo…
-¿Qué hicieron con los que ya sacaron? –Rin se dispuso a subir las escaleras. Luka alzó una ceja y sonrió levemente.
-¿Qué crees que está haciendo Gakupo con ellos ahí adentro?


-AH sí… -Meiko revolvía en su cartera riendo como alguien que está por contar un gran chiste. Los gemelos sentían la tensión del otro. Estaban cenando todos juntos y ellos esperaban el mejor momento para huir de allí. Su madre sacó una fotografía toda arrugada y la puso sobre la mesa, los dos casi se atragantan con la comida al ver la condenada imagen de esa mañana, ella reía- ¡Sabía que iban a reaccionar así! ¿No se enteraron? Jajajajaja me la mostró su profesora de matemáticas muy indignada –rió-, no entiendo cómo alguien puede creerse algo así, realmente está muy mal trucada –la volvió a guardar- ¿A quién tienen de enemigo que les hizo esto? Realmente es una broma muy buena –volvió a guardarla riendo y bebió más zake.
Ellos se miraron entre sí sorprendidos por su suerte.