Hii! Esto no lo pensaba subir hasta... mucho después xD pero lo hago ahora pura y exclusivamente por VOS, sí VOS sabés que te estoy hablando a tí [A tí, te estoy hablando a t, a tí la que no escucha ... Me puse con Arjona Oh Dios (facepalm)]. Te lo dedico a vos, Freud, como recompensa por haberte portado bien hoy (??!)... Por el capi de hoy ^^
Además tenía ganas de subir esta historia pero no la podía terminar (aún sin terminar de hecho), ya está todo planeado y espero no fallar.
La cosa nació cuando estaba aburrida escuchando música esperando que me tocara mi clase de química en lo del legendario José... Tuve una inspiración repentina (como siempre) y le entré al teclado del celular xD (todavía estoy haciendo back ups, es insufrible todas las notas de texto que tengo ahí).
¿De qué se trata? Es un fic basado en la saga de Imitation Black (más bien centrado en Haitoku no Kiouku y usando algunas de las demás -no todas- como Imitation o Fate Rebirth). Es mi super interpretación personal que puede no tener mucho que ver con la saga en sí.
Recomiendo, para los que quieran, escuchar el CD de VanaN'Ice "Imitation Black" lo pueden conseguir acá ^^
ADVERTENCIA: es una historia yaoi si no te gusta no la leas, es muy simple ¬¬
Era la madrugada de un lunes…¿Con qué motivo se
molestaba en contar los días y la horas? Miró el reloj cubierto de polvo de la
pared. ¿Desde hacía cuántos años sufría ese insomnio? Se levantó de la antigua
cama cubierta de sábanas que en algún momento fueron blancas y lujosas. Salió
de la habitación y caminó pesadamente hasta la biblioteca, cada lugar donde se
posaba su mirada era nostálgico y doloroso. Tomó un libro al azar en la tarea
imposible de distraer su mente. Al abrirlo se dio cuenta de su error: ese libro
de tapa bordó había sido un regalo que le había hecho a él. En la tapa bordada en dorado se leía “Obra completa de los
hermanos Grimm”. Recordó su rostro al
recibirlo, aquella sonrisa que podía destruirlo y volverlo loco, su felicidad al
pedirle que le leyera un cuento… Desempolvó la tapa y suspiró volviéndolo a
colocar en el estante de madera. Esa casa era un recipiente densamente cargado
de recuerdos, cosas de las cuales su mente no se podía librar y que lo
atormentaban día y noche sin parar, no le dejaban dormir ni pasar un solo
minuto sin sentir un vacío en su interior. Pero no podía irse. No podía
alejarse de aquello, peor sería la agonía de olvidarse de todo, de aquel
sentimiento.
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Entró en su
habitación, la que evitaba la mayor parte del tiempo por ser la más dolorosa… Sabía
que siempre había sido algo masoquista.
Su cama, sus cosas, todo intacto, todo tal y como había quedado el último día en que respiraba. Abrió el amplio armario de estilo francés y sacó la primer percha, conocía el orden de esa ropa de memoria. Tenía en sus manos un largo vestido negro rebajado en el frente, lleno de encajes, tiras de seda negras y una rosa roja en medio. Abrazó aquella prenda como si significase algo más. Aún después del tiempo seguía conservando su aroma tan fresco y vivaz, el aroma que podía enloquecerlo. Las lágrimas querían escapar pero se contuvo dejándose caer en el suelo aferrándose aún más al vestido deseando que de pronto se llenara de su esencia.
Su cama, sus cosas, todo intacto, todo tal y como había quedado el último día en que respiraba. Abrió el amplio armario de estilo francés y sacó la primer percha, conocía el orden de esa ropa de memoria. Tenía en sus manos un largo vestido negro rebajado en el frente, lleno de encajes, tiras de seda negras y una rosa roja en medio. Abrazó aquella prenda como si significase algo más. Aún después del tiempo seguía conservando su aroma tan fresco y vivaz, el aroma que podía enloquecerlo. Las lágrimas querían escapar pero se contuvo dejándose caer en el suelo aferrándose aún más al vestido deseando que de pronto se llenara de su esencia.
Bendito era él que había podido escapar de allí y
librarse del encierro del recuerdo, que había logrado librarse del
remordimiento y la culpa. Bendito era él que había podido olvidar lo sucedido y
seguir adelante fuera de esos muros… Sin su
risa, sin sus tiernos abrazos, sin sus dulces palabras. Bendito era él que
podía seguir viviendo y sabía que tenía suerte… Suerte de que a él no le
quedaran fuerzas para vengarse, para salir de esa casa... Que no pudiera vengar
su muerte.
P.D: espero que les haya gustado la primera parte :D
Bueno, como tu FAN N°1 oficial, inscripto y legalmente registrado [Ojo con eso!! xD] ya sabés que amo la idea, que amo tu forma de redacción y que en la primera de cambio que pueda me voy a robar tu celular. Kelloid, ya sabés que amo leer y escribir con vos, como ahora que empezamos con otra dupla [Aunque esta vez no tiene nombre QwQ] xDD En fin, te adoro y estaré esperando actuas y muffins! xDDD
ResponderEliminar♥♥♥ Te adoro, Freud (mi celosa, Freud xD )
ResponderEliminarPropongo un brindis por la continuidad de nuestra loca imaginción y porque mi celular siga eprteneciéndome x3