27 de diciembre de 2012

¡Feliz Cumpleaños, Kagamine!


¡Feliz Cumpleaños a mis gemelos preferidos!
AAAAAH amo a estos dos ¡Hoy es su día! Fueron creados hace 5 años y desde entones están entre nosotros.
¡Feliz Cumpleaños, Rin&Len! ¡Feliz cumpleaños a todos los que hicieron posible su software! ¡Feliz cumpleaños a todos sus ilustradores! ¡Feliz cumpleaños a todos sus diseñadores! ¡Feliz cumpleaños a todos aquellos que arreglaron la música de sus canciones! ¡Feliz cumpleaños a todos aquellos que escribieron sus letras! ¡Feiz cumpleaños a todos aquellos que animaron sus videos! ¡Feliz cumpleaños a todos los escritores de fanfics y doujinshis que les dan vida!
¡FELIZ CUMPLEAÑOS A TODOS LOS QUE FORMAMOS LA FAMILIA KAGAMINE!
Trickery Casino

 
Autor/s: HitoshizukuP x Yama△
PV: TSO
Ilustraciones: Suzunosuke


Synchronicity III ~ Requiem of the spinning world


Música & Letra: HitoshuzukuxYama△ 
Ilustración: Suzunosuke
Vídeo: TSO


Karakuri Burst


Música & letra: HitoshizukuP
Arragement & MIX: Yama△
Ilustración: Suzunosuke

Himitsu~ Kurono Chikai



Música & letra: HitoshizukuP
Arragement: Yama△
Ilustración: Suzunosuke


FELIZ CUMPLEAÑOS!!

7 de diciembre de 2012

Yume Sakura #11



#11: “El mundo de ensueño se desvanece”
-¿Miku?-se levantó del suelo alarmado. La paz, barrera de tranquilidad que habían formado en aquel bosque acababa de quebrar con el sonido de la joven de cabellos color menta al pisar unas ramas del suelo.
La mujer al darse cuenta de que había sido descubierta se dispuso a huir, corriendo por el bosque camino a su casa.
El mundo perfecto, el fuerte que representaba la sombra de ese árbol parecía fraccionarse con la súbita visión.
-¿La conoces? –preguntó ella sonriendo, pero en sus ojos se percibía la sensación de quiebre de ese sueño.
-Sí… -la miró a los ojos buscando la seguridad para ocultar su tristeza y esbozó una media sonrisa, eso no debería haber pasado- Hoy volveré más temprano…

5 de diciembre de 2012

Yume Sakura #10




#10: “El sueño quebrado de la costurera”
Ella no lo estaba buscando.
Había salido más temprano de la sastrería en la que trabajaba. La dueña, una anciana que la conocía desde hacía muchos años y sabía de su embarazo complicado, le había permitido irse a casa a descansar.
Sabía que su esposo no estaría en casa, siempre llegaba tarde por quedarse tocando su violín lejos de ella. Él prefería tocar melodías melancólicas y tristes a la calidez del hogar que ella tanto se esforzaba en formar. No lo culpaba, no, no era su culpa, nada lo era. Ella lo había obligado a vivir junto a ella, a casarse e incluso le había pedido que la amara. Él era demasiado bueno con su triste persona, siempre se esforzaba por darle lo que quería. Se obligaba a sí mismo a hacerlo por ella que no lo merecía, no después de lo que le había hecho.
Quería verlo sonreír de nuevo, era su más grande deseo. Aún recordaba cómo se iluminaba su rostro cuando lo hacía, sus ojos verdes resplandecían llenos de vida cuando tocaba alegremente su violín. Se seguiría esforzando al máximo para que volviese a ser feliz, no cometería más errores, sabía que si dejaba su vida en ello lo lograría, incluso cuando él seguía atado al pasado.
No lo estaba buscando cuando fue a dar un paseo por los parques a sentir la brisa y se internó en los bosques. Escuchó una risa joven y clara. Se acercó rodeando los árboles hacia aquel sonido que le recordaba tanto a cuando ellos era niños. Pero la sonrisa se borró de su rostro al verlo. Allí sentado bajo el único árbol de sakuras florecidas estaba Len junto a una chica de cabello rubio oro, él le enseñaba a tocar el violín que ella sostenía. Len sonreía, sonreía después de tantos años y le sonreía a otra mujer. Se detuvo en seco ante tal escena ¿por qué no le sonreía a ella si era capaz de hacerlo? ¿Qué le faltaba? ¿Qué era lo que no hacía por él? Sus ojos se llenaron de lágrimas.

Adolescence Rin x Len OVA II parte 3

Al fin después de tanto tiempo terminé con esta parte de la historia. siento mucho la demora, no estaba muy inspirada ni tenía mucho tiempo, realmente lo siento. espero que lo disfruten :D

-¡¿A dónde lo llevan?! ¡¿Qué sucede?!–perseguía a la camilla donde habían colocado a su hermano, cinco médicos se gritaban instrucciones entre ellos de forma alarmante. Algunos la empujaban al pasar mientras llevaban velozmente la camilla por un pasillo.
-¡Rin! ¡Basta! –Gakupo la tomó por los hombros y la retuvo, ella no quería escucharlo, no quería dejar que se llevaran a su hermano-Nosotros sólo somos un estorbo para ellos, déjalos trabajar.
No tenía fuerzas para seguir luchando, vio el rostro intranquilo de Len inconsciente en la camilla rodeado de enfermeros que lo entraron en una sala. Incluso las mantas blancas estaban manchadas con sangre. Quebró nuevamente en llanto y se apoyó en los hombros de Gakupo, este acarició su cabello.
-Sólo nos queda esperar-a pesar de que su voz era inmutable se notaba una leve tensión de fondo.


Entró corriendo en la sala de espera, había una hilera de bancos contra la pared de un estrecho pasillo que conducía a la entrada de terapia intensiva. El sonido de sus zapatos contra el suelo blanco hacía un gran estruendo en la callada sala, el chico alto pelimorado se giró al oírlo. Respiraba agitadamente buscando algo con la mirada. Encontró a su hija sentada en una de las sillas abrazando sus rodillas y ocultando el rostro sobre ellas. Luka estaba sentada a su lado y pasaba un brazo sobre su espalda, hacía tiempo que había desistido en consolarla. La chica levantó la vista con el sonido y su madre pudo ver los ojos rojos y las lágrimas humedeciendo su rostro.
-¡Rin! –se acercó a ella pero esta volvió a ocultar el rostro sollozando. Meiko acarició su cabello sin obtener respuesta.
-Meiko-sensei –el pelimorado colocó una mano en su hombro.
-¿Qué sucedió, Kamui? Necesito que alguien me lo explique-su tono de voz comenzaba a alcanzar la histeria.
-Len.. Él… -No sabía cómo explicarle de forma sutil la situación.
Un médico salió de la sala y los observó estudiando quién era el más apto para hablar. Meiko se acercó rápidamente con la desesperación marcando su rostro.
-¿Es usted la madre?-ella asintió casi sin poder respirar-Él ya no está corriendo peligro… Tuvo mucha suerte, igualmente todavía falta que se siga tratando, la situación sigue siendo grave, el corte es profundo y ha alcanzado el hígado. Lo vamos a trasladar a otra sala para dejar libre esta… Necesito que me acompañe para llenar unos papeles.
-… Sí…-se encontraba mucho más aliviada que antes, su alma volvía a su cuerpo.


-Kamui… Ya son pasadas las cuatro… Ve a tu casa a descansar, te llamaré cuando tengamos más novedades… -el pelimorado le tendió una lata de refresco a la mujer que se encontraba sentada en una nueva sala de espera con Rin recostada sobre su regazo durmiendo intranquilamente.
-Gracias pero prefiero quedarme hasta quedarme tranquilo –abrió su propio refresco y se apoyó contra la pared.
-¿Megurine Luka..?-inquirió observando al joven.
-Me ha llamado, ya llegó a casa-se cruzó de brazos-. Lo siento, Meiko-sensei, esto es mi culpa… Debí acompañarlos hasta el tren
-¿De qué hablas? –lo observó fijamente-Tu no has hecho nada, debo agradecerte que estuvieras allí, de no ser por ti no creo que Len hubiese podido llegar aquí… Gracias…
-No debe agradecerme por…-lo interrumpió un alarido proveniente de la joven durmiendo. Ella se levantó sin comprender dónde se encontraba.
-¡¿Len?!-aún permanecía en su mente la esencia de la pesadilla.
-Rin, tranquila-la estrechó su madre contra su pecho-. Él estará bien…-la chica volvió a sollozar recordando dónde estaba. Ella sí sentía culpa, una culpa terrible sumada al miedo de no volverlo a ver.
Un médico se acercó a ellos que se pusieron de pie de inmediato.
-Estamos atendiendo a su hijo-se dirigió a su madre y miró a la joven-. Según lo que usted ha completado entendemos que ella es su hermana gemela, ¿verdad?-ella asintió-Necesitamos hacer algunas transfusiones de sangre, si no hay ningún problema sería mucho más rápido y correríamos menos riesgos si la donante es su hermana…
-¡Sí!-se acercó desesperada-Lo que sea…


El sonido de algunos aparatos mecánicos… Un par de pasos y alguien corriendo algo, sonaba como una cortina y debía serlo porque el aumento de luz se sintió a través de sus párpados cerrados. Entreabrió los ojos y pestañeó varias veces confundido con tanta luz. Las paredes blancas, el techo blanco… Movió un poco el rostro y encontró la ventana por la que entraba la luz y al lado de ella la responsable de que ahora estuviese abierta. Podía reconocer ese cabello en cualquier parte.
-¿Miku?-su voz sonaba rara y descubrió que tenía sed, mucha sed.
La aludida se giró al oír el débil llamado y lo observó con los ojos muy abiertos y una enorme sonrisa.
-¡Len!-se tapó los labios luego de haber gritado y siguió en susurros- ¡Has despertado!-se acercó a la camilla.
-¿Qué? ¿Dónde estoy? ¿Dónde está Rin? –sus últimos recuerdos se confundían- ¿Cuánto dormí?
La joven sonrió con ternura y apartó el cabello de su frente en una suave caricia.
-Estás en el hospital, Len, estuviste 48 horas durmiendo, creo que fue por los medicamentos-suspiró y lo golpeó muy suavemente en la frente-. Eres un idiota-le reprochó- ¡Nos tenías preocupados!-se apartó un poco y le señaló a Rin durmiendo en el sofá de la pequeña habitación donde lo habían dejado descansando.
Él se relajó un poco al verla e intentó recostarse un poco en la camilla pero la joven lo retuvo acostado.
-No te muevas demasiado… La herida en el abdomen es grave, Len…-suplicó con la mirada.
-Bien… -se quedó quieto para no preocuparla-¿Qué sucedió? ¿Qué hora es?-ella suspiró.
-Según lo que me dijo Gakupo, te trajeron al hospital luego de que te atacaran… Tienes que ser imbécil yendo a buscar pelea-se cruzó de brazos-. Me han dicho que tienes un corte severo en el abdomen, has necesitado intervención porque llegó a algún órgano y también transfusiones por la cantidad de sangre que has perdido… -lo observó preocupada y él esbozó una media sonrisa para tranquilizarla.
-Pero estoy aquí, no pongas esa cara… -ella se secó una lagrima- Miku…
-Simplemente estaba preocupada ¿Sí? Ya sé que estás bien pero no nos hagas esto de nuevo…-tomó aire recomponiéndose-Rin se ha quedado toda la noche despierta, hacía dos días que no podía dormir… La encontré en el suelo esta mañana y la llevé al sillón… Las enfermeras no lograban hacerla salir…
-…-maldijo para sus adentros, eso no debía estar pasando intentó incorporarse de nuevo pero las vendas le hicieron notar lo que le habían advertido, aún hacía efecto el sedante porque no sentía dolor pero podía tener una idea de qué pasaría cuando los medicamentos no lo afectaran.
-¡Quieto!-exigió la chica y él obedeció aunque ahora tenía la mirada turbia por la preocupación por su hermana.
-Rin no ha ido al instituto en estos dos días-supo que debía cambiar de tema al ver su mirada-, yo he cancelado mis entrevistas hoy, sí que eres un problema ¿no? –se sentó en la camilla- Tu madre no ha podido faltar nuevamente al trabajo, dijo que intentaría volver lo más pronto posible… Gakupo ha faltado ayer pero se convenció de que estarías bien y que él no lograría nada viéndote así, bella durmiente…-él no rió ante el chiste y ella volvió a suspirar- Len, ya, ella está bien, sólo se ha preocupado de más…
-…  Fue mi culpa… Por dejarla sola…
-¡Oh por favor! –lo interrumpió indignada- Eres tu el que está hospitalizado y te sigues echando la culpa de todo ¡Eres el colmo!
-Miku, pero yo…-su hermana en el sillón se removió un poco con el ruido y ambos la observaron atentos. Se refregó los ojos  y se sentó pestañeando confundida miró hacia la camilla.
-¿Miku qué…? –se levantó de inmediato- ¡Len! ¡Oh por Dios, Len!
La peliverde sonrió y suspiró levantándose de la camilla y haciéndose a un lado.
-Hola, princesa…-le sonrió con ternura allí acostado y su hermana se le llenaron los ojos de lágrimas.
-Iré por algo de desayunar-se despidió Miku saliendo disimuladamente por la puerta.
-Rin… -recordó que no podía moverse demasiado y maldijo- No llores…
-¡Idiota!-se acercó a él y tomó su mano con fuerza.
-El más idiota, sí…-le sonrió y acarició su rostro con la mano libre-Lo siento mucho, yo no quería preocuparte tanto…-lo interrumpió una sonora bofetada que lo dejó realmente sorprendido.
-¡Creí que no iba a volverte a ver! ¡No debiste seguirlo! ¡Yo no quería el maldito collar si eso significaba hacerte este daño! ¡¿Qué hubiese hecho sin ti?! –apoyó su frente en la de él- Lo siento tanto… Todo esto es mi culpa, quise detenerte pero no pude y tampoco llegué a tiempo y…-no pudo seguir hablando porque él la besaba con ternura y suavidad. Secó sus lágrimas con el dedo pulgar acariciando sus mejillas y le dedicó una sonrisa cálida.
-Shh…-volvió a dejar un delicado beso en sus labios- Olvidémonos ambos de lo que sucedió ¿sí? Estoy bien, estaré bien y no me iré a ningún lado, me quedaré aquí contigo siempre porque te amo. Por favor ya no te preocupes más por mi, ya estoy aquí…-la observó fijamente a los ojos buscando su confianza.
-…-algunas lágrimas de nueva tranquilidad mojaron el rostro de su hermano-Sí…-se inclinó un poco para besarlo nuevamente mucho más relajada al oír sus palabras. Era cierto, él estaba con ella y ella tampoco iba a dejarlo, aunque le pidiese que no se preocupase no podía evitarlo porque también lo amaba de igual manera.

4 de diciembre de 2012

Yume Sakura #9



Ya estoy de vacaciones, puedo descansar, qué suerte, lástima que la semana que entra tendré que trabajar y no podré escribir tanto como quisiera pero... Dejo este capítulo, lamento la tardanza trataré de ser más constante subiendo. Matta ne ^^


#9: “El sueño ilusorio continúa”
El extraño mundo sin colores en el que ambos vivían cobró vida rápidamente. Si se levantaban con esperanzas y energía era sólo por la idea de pasar las tardes bajo el florecido árbol de sakura. Él tocaba las piezas tristes que sabía interpretar y ella las aplaudía. Ella sonreía con cada nota que se desprendía de las cuerdas de su violín, por escuchar su voz tranquila y encontrarse con sus ojos honestos. Él sin entenderlo recobraba cada día más la capacidad perdida de sonreír con sinceridad, deseaba abrazarla con ternura, deseaba tomar su pequeña mano, deseaba besar sus delicados labios… Deseaba que ella fuese su realidad.
Ambos vivieron en ese colorido sueño lleno de ilusiones durante diez días. Sentían cómo iban acercándose cada vez más, cómo iban cambiando hacia una realidad más feliz, hacia una realidad donde ambos vivían. Pero nunca hablaron de la realidad que los esperaba al separarse. Él no sabía que ella se casaría y se mudaría al exterior con un famoso comerciante. Ella no sabía que él estaba casado y que su mujer esperaba un hijo. No querían acabar la pureza de sus momentos juntos con sus otras descoloridas realidades. Allí podían olvidarse que su destino era pasar los días en una vida vacía. Él podía sonreír aunque al llegar a su casa se chocara con su pobre forma de vivir atada al pasado y ella reía a pesar de que al llegar tuviera que excusarse como la muñeca sin vida que querían que fuese.
Pero los sueños no duran para siempre. Ambas realidades que pretendían separar pertenecían a un mismo mundo en el que se mezclarían de forma inevitable.

Neko