10 de agosto de 2015

Adolescence Rin x Len OVA 2 parte 7

Special Thanks a Vitainuka S.!!!



La observó durmiendo abrazada con brazos y piernas a la almohada, por lo que sabía no la había soltado en toda la noche. El despertador volvió a sonar pero su prima ni se inmutó, seguía durmiendo ignorando por completo la hora. Lo apagó ella y con una sonrisa acarició su frente.
-Bella durmiente, es hora de despertarse, wake up!-le dijo sin gritar demasiado para no ser tan abrupta. La menor se removió un poco pero no se despertó, seguía en su mundo de ensueño. Le causó gracia la negación a despertarse que tenía. Se acercó a su oído y susurró- Ya es hora de despertarse, Rin…
Con la cercanía pareció reaccionar más pero aún estaba soñando.
-Cinco minutos más, Len… -Se giró sin soltar la almohada ¿Cómo hacía para despertarse todos los días? ¿Len se tomaba el trabajo de ir a su habitación y sacudirla hasta que se levante? Decidió destaparla para que el frío la obligue a despertarse-Quiero estar todo el día abrazada así cont…-dejó de murmurar en sueños cuando abrió los ojos recordando de pronto que esa no era la cama de su hermano, que la almohada no era su hermano y que quien intentaba despertarla no era su hermano. Se había sentado abruptamente en la cama- ¡Lily!-Le reprochó aunque ella no tuviese la culpa.
Su prima rió y se alejó de la cama hacia la cómoda que Rin usaba para maquillarse y peinarse.
-Sí que no te gusta madrugar, eh-se estaba mirando al espejo arreglando su cabello con unas hebillas que había ahí-Tienes suerte de que esté aquí para despertarte, te hubieses quedado dormida de no ser por mí-le guiñó un ojo a través del espejo ya que sabía que la estaba mirando.
Rin se sonrojó ¿Qué había llegado a decir dormida? Al parecer su prima no había escuchado nada porque no parecía indignada o sobresaltada.
-¿Qu.. Qué haces despierta tan temprano? No es necesario que me despiertes…-se levantó de la cama evitando su mirada en el espejo. Mientras Lily estuviese allí tendría que tener mucho cuidado con lo que pudiese decir dormida.
-Estoy totalmente descolocada con los horarios, es el jetlag supongo…-Se dio vuelta y le sonrió mientras buscaba el uniforme-Me desperté como a las cinco de la mañana y desde ahí que no me pude dormir… Pero como mis amigas de casa están despiertas porque allí son como las siete de la tarde me quedé hablando con ellas por mensaje… Y viendo cómo dormías ¡Tu pareja cuando duerman juntos sufrirá de noche! No soltaste esa almohada por nada del mundo-rió con ganas poniéndose de pie.
Rin se sonrojó aún más ¿Len sufriría dormir con ella todas las noches? Estaba segura que, como a la almohada, no lo dejaba de abrazar en ningún momento.
-Llegó Lily de Estados Unidos-comentó muy molesta mordiendo con furia un sándwich. Era la hora del almuerzo y estaba sentada en una mesa en el patio del instituto junto con Miku y con Haku.
-¡¿Hacé cuánto que no veías a tu prima?!-le sonrió pero notó al instante la disconformidad-¿Eso te puso de mal humor todo el día?
-No estoy de mal humor-frunció el ceño-. Estoy como todos los días…
-No engañas a nadie, Rin-le guiñó un ojo-¿No es verdad que estuvo todo el día con cara de “voy a asesinar a mi prima”, Haku?-buscó apoyo en su nueva “discípula”.
-Eh… yo… Supongo que sí…-tartamudeó un poco ocultándose detrás de su botella de agua.
-¡Mentira! Yo no quiero asesinar a nadie-resopló, admitir que estaba molesta con ella era admitir que estaba en realidad celosa de ella, celos que ni siquiera sentía por Miku que había estado con su hermano antes que ella.
-Ya… Si tú lo dices-levantó las cejas, era obvio que no la iba a dejar de molestar con ese tema-¿Y dónde está ella ahora? ¿No se inscribió al instituto en este tiempo que iba a visitarlos? Lo hizo una vez cuando eran más chicos ¿verdad?
-Dijo algo como que iba a estar muy poco tiempo para eso, la última vez se había quedado más de un mes-desvió la mirada-. Además dijo que había venido exclusivamente para cuidar de Len…
-¡Ajá!-La señaló ganando la batalla-Entonces estás celosa porque ella está cambiándole las vendas en este momento mientras hablamos-la miró con picardía y a Rin le subieron los colores de furia. ¿Realmente estaría ayudándolo con el vendaje? ¡Ella quería hacer eso! Miku rió-¡Era una broma! Pero es eso entonces…-suspiró-Rin, ella es tu prima y está bien que cuide de Len…
-Yo me puedo encargar de eso-dijo ofendida ya admitiendo sus celos abiertamente.
-No, estás aquí ahora mismo, tu madre está trabajando, Len tiene suerte de contar con alguien en su casa… ¿Quién va a ayudarlo a bañarse si no fuera…?-la rubia le cortó la broma lanzándole el envoltorio de su sándwich para callarla-Bueno, no te enojes tanto…-sonó el timbre que anunciaba el final del descanso y ella suspiró-Es tan divertido hacerte enojar, Rin, pero debemos volver-se pusieron de pie y se encaminaron al edificio-Trata de pensar que es bueno que Len tenga una ayuda en casa, no que tienes que competir contra alguien ¿sí?-intentó consolarla un poco pero ella ya se estaba imaginando cómo es que Lily y Len se estaban juntos bajo la ducha y no la escuchaba.
-¿Me explicas cómo haces para que se te ocurran tan buenas ideas? –rió rasgando levemente la guitarra.
-No son tan buenas…-se pasó una mano por el pelo incómodo por el halago.
-¿Cómo que no? ¡Eres un genio, Len! –lo despeinó- Vamos otra vez-acomodó los dedos en los acordes leyendo un papel que estaba sobre la cama entre ambos, ella estaba sentada al borde de la cama y su primo acostado con algunos almohadones en la espalda para que pudiera estar inclinado. La rubia comenzó a tocar y él le fue marcando  el ritmo tarareando bajo.
-¡Estoy en casa!-Rin subió las escaleras corriendo ya que no había obtenido respuesta en la planta baja. Se quedó parada en el pasillo donde estaba la puerta abierta de la habitación de su hermano.
-Ah… Hola, Rin-Le sonrió desde la cama.
-¡Ey, Rin!-la saludó con la mano su prima girándose un poco para verla ya que estaba de espaldas-¿Quieres ayudarnos? Estamos componiendo unos temas, ¡Tu hermano es el mejor para esto! Yo creo que Miku se hizo famosa gracias a…
-No-la interrumpió en seco y se dio la vuelta encaminando a su habitación. Se había puesto roja de la envidia, se suponía que Len sólo componía para ella, que se inspiraba en ella.
Los dos primos en la habitación se miraron a los ojos con una ceja en alto. Len no comprendía a qué se debía esa reacción.
-¿Estás bien, Rin?-preguntó en voz un poco más alta. Ella ya en la puerta de su cuarto se mordió el labio inferior un poco insegura por haberse comportado de esa forma-¿Quieres hablar?-. Él hubiese deseado poder estar en todas sus capacidades para ir a verla, para poder obligarla a verlo a los ojos y descubrir qué le sucedía realmente.
-Tengo deberes que hacer-. Se inventó de excusa y cerró la puerta detrás de ella. Tomó aire y se tiró en la cama boca abajo. ¿Por qué sentía tantos celos de su prima? Ella era como una versión mejorada de sí misma ¿A Len no le gustaría más ella? Tenían todo el tiempo del mundo para estar a solas y ella jamás se enteraría de lo que estarían haciendo.
Len suspiró. Casi todos sus deberes los terminaba haciendo él mismo, claramente estaba mintiéndole.
-Iré a hablar con ella-sentenció Lily poniéndose de pie con determinación. Su primo la tomó por el brazo para detenerla y negó con la cabeza-¿Por qué?-dijo frustrada-Quiero ayudarla-hizo un leve puchero.
-Déjala un rato a solas…-le sonrió para ser conciliador-¿Las mujeres no tienen esa época del mes donde…?-Su prima lo interrumpió de un golpe en la frente-¡Auch!-sosteniéndose el lugar del golpe-¿Así vas a cuidarme?-le sonrió.
Subió las escaleras en silencio arrastrando los pies. Se escuchaban risas desde la habitación de su hermano. Toda la semana había sido igual, cada vez que llegaba del instituto se los encontraba en la habitación sentados en la misma cama divirtiéndose. Era como si Len se hubiese olvidado de ella. No le mandaba mensajes durante el día, no tenían ningún momento a solas, compartía con Lily todo el día y casi toda la tarde, ella sólo salía de su habitación para bañarse y cenar con ella y su madre, se despertaba temprano por la mañana y desde ese momento se mudaba a su habitación cuando ella se iba al instituto. Sentía que cuánto más lejos estaba de él su prima iba reemplazándola de a poco. Casi no hablaba con ella, le respondía vagamente para ocultar sus celos.
Al pasar por la puerta del cuarto de su hermano solo dio un pequeño vistazo, ya sabía que sea lo que sea que estuviesen haciendo la iba a hacer reaccionar como todos esos días.
-¿Te hace cosquillas? ¡Eres débil!-reía ella.
-¡Basta! ¡Yo.. yo puedo hacerlo solo!-la risa no lo dejaba hablar bien. Trataba de apartar las manos de su prima. Ella estaba untándole una crema en el abdómen donde tenía la herida, tenía la camisa del pijama totalmente desabotonada-¡Es muy fría!-se quejó-Ya es bastante, ¡bastante!
-No seas llorón, Len ¡Esto tiene que cicatrizar bien!-volvió a pasarle la mano por la piel desnuda. Su primo levantó la vista y se encontró con la mirada de su hermana, dejó de reír inmediatamente al ver su expresión.
-Bienvenida a casa…-dijo con voz insegura sin poder descifrar su mirada. Lily frunció el ceño confundida y se dio la vuelta.
-¡Rin!-le sonrió y le mostró las manos pegajosas por la crema-¿Quieres venir a torturar a Len? Nunca lo vas a tener tan indefenso-le guiñó un ojo. La aludida la miró unos segundos y luego volvió a ver a su hermano un poco más de tiempo, como reprochándole lo que estaba haciendo. Sin decir nada se fue hacia su habitación-¿Rin…?-Lily volvió a mirar a su primo-¿Quieres que siga dejándola a solas o prefieres que vaya a hablar con ella esta vez?-inquirió indecisa-Estuvo así toda la semana… ¿No pensará que estoy demasiado tiempo contigo y nada con ella?-él negó con la cabeza-. Lo que tu digas…-se encogió de hombros- ¿Te ayudo con las vendas o puedes solo?-se las acercó-Iré a darme una ducha para sacarme esto-Le mostró las manos pegajosas y se levantó de la cama.
-Puedes ir tranquila-le sonrió pero sin prestarle atención. Tomó las vendas y su prima dejó la habitación, él comenzó a vendarse, lo había hecho solo toda la semana con un poco de ayuda pero ya había aprendido a hacerlo bien sin necesitar de nadie. No podía dejar de pensar en la mirada de reproche de su hermana ¿Estaría haciendo algo mal? Era claro para ambos que tenían que mantener una distancia mientras estuviese su prima para que no los descubriese, ella era bastante perceptiva, ambos estaban haciendo su mejor esfuerzo por no ser atrapados ¿O no?
Cuando terminó de vendarse y cerrarse la camisa tomó una desición.
-Rin…-Llamó sin querer hablar demasiado fuerte para que su prima en el baño no escuchara-Riiiin… ¿Me oyes?-volvió a intentar pero no tuvo respuesta. Suspiró y miró a su alrededor buscando la forma de comunicarse, tomó su teléfono celular de la silla que le habían dejado cerca de la cama con varias de sus cosas. La buscó en los números favoritos y tocó la tecla llamar.
Rin se había ocultado bajo la almohada para acallar sus pensamientos ¿Si ella no hubiese llegado en qué habrían terminado ellos dos? ¿Por qué otra podía tocar a Len de esa manera? ¿Cómo Len lo permitía? ¿No se daba cuenta que la mataba de celos? ¿Acaso ya no le importaba nada? ¿Se lo estaba haciendo a propósito? El teléfono vibraba en su mesa de noche prendiéndose como la única luz en la habitación, lo tomó extrañada y al ver la imagen del contacto que la llamaba se sonrojó abruptamente, en la foto estaban ella y Len abrazados. Cortó de inmediato la llamada. No quería hablar con él.
Len miró extrañado la pantalla del teléfono ¿Llamada interrumpida? Volvió a llamar. Después de un beep le dio el contestador nuevamente. ¿Estaba cortando las llamadas? Resopló molesto ¿Por qué no le atendía. Volvió a intentar y el mismo resultado. Con el ceño fruncido comenzó a escribir un mensaje, la podía ver en línea.
“¿Qué sucede, Princesa? ¿Por qué no respondes las llamadas?” Envío y esperó respuesta.
Ver el mensaje la asustó ¿Qué iba a responder? No quería admitirle su derrota a él.
“¿Ahora te acuerdas de mí?” Respondió sin pensar demasiado, sentándose en la cama con el teléfono en ambas manos esperando.
Miró extrañado esa respuesta ¿Qué quería decir eso?
“Estoy todo el día pensando en ti”. No iba a caer en ninguna trampa que podía estar pensando ella.
“¿Ah sí? No lo parecía, te estabas divirtiendo bastante”. Envió cada vez más enojada, el cinismo era la forma de expresar su dolor.
¿Eso era una escena de celos? ¿Realmente? Suspiró y trató de disipar la tormenta.
“¿De qué hablas? Realmente pienso en ti todo el tiempo ¿No quieres venir aquí? Estamos a menos de 10 metros de distancia”. Sería mucho más sencillo calmar cualquier pensamiento extraño estando cerca, sabía que su prima todavía estaría un rato en el baño, se quedaba largo rato bajo la ducha y luego haciendo vaya-a-saber-qué cosas.
Se mordió el labio inferior sin saber qué decirle, no quería estar en su habitación, no quería que la viese y descubriese todo lo que sentía.
“Como Lily no está te aburres y ahora quieres que vaya… En este instante no tengo ganas de ir para ser tu segunda opción…”
Puso los ojos en blanco leyendo la ridícula excusa.
“¿En serio, Rin?” Fue todo lo que se le ocurrió responder, hubiese preferido llamarla en voz alta en vez de seguir con ese juego tonto, pero escuchaba como la ducha se había cerrado, Lily estaba secándose el cabello y podía escucharlo. “¿Qué pasa? ¿De verdad estás haciendo una escena de celos por Lily?”.
Apoyó la cabeza en las rodillas, se había dado cuenta, ella no servía para ocultar nada, pero él quería que lo admitiese.
“¿Estás haciéndolo a propósito? Si quieres alejarme puedes decírmelo, no necesitas armar esas escenas a la hora en la que llego para que las vea.”
¿Escenas? ¿De qué estaba hablando? Le había pedido ayuda a Lily porque no quería que Rin viese su cicatriz, acababan de sacarle los puntos y sabía que Rin era alguien impresionable.
“No sé de qué hablas”. Suspiró. “Rin, no puedes tener celos de Lily, es nuestra prima ¿de verdad piensas que podría sentir algo por ella?”
Al leer el mensaje se le llenaron los ojos de lágrimas, la angustia que estaba acumulando esos días se estaba soltando. Tomó una larga bocanada de aire con un extraño nudo en la garganta.
“No lo sé. Yo soy tu hermana ¿De verdad puedes sentir algo por mí?” Dejó el teléfono caer y se abrazó a sí misma.
-No me hagas esto…-suspiró leyendo el mensaje. No lo pensó dos veces y se puso de pie con cierta dificultad haciendo muecas de dolor cada vez que sentía como tiraba la cicatriz de su abdomen. Apoyando la mano en la pared se fue ayudando para llegar al pasillo y a la puerta de su hermana. Tomó el pomo para abrirla.
-¿Qué haces, Len?-la voz alarmada de su prima saliendo de la puerta de al lado envuelta en una toalla que sostenía con una mano-¿Buscabas algo? Deberías llamarme, tienes que estar en cama…-Lo tomó de la mano tirando de él-Yo puedo buscar lo que necesites, te ayudaré a acostarte…
-Lily, no…-con el tirón de su mano y el poco equilibrio que tenía por haberse soltado de la pared para abrir la puerta trastabilló, su prima quiso agarrarlo antes de que se cayera pero lo único que logró fue hacer que Len se cayera de lleno encima suyo tirándola a ella al suelo también.
-¡Leen!-gritó en la caída.
Rin levantó la cabeza mirando la puerta de su habitación en penumbras. ¿Qué había pasado? Se levantó y fue hasta la puerta para abrirla. Se quedó helada al ver la escena. Se encontraban los dos en el piso, Lily semi envuelta en una toalla que ya ni la tapaba y Len estaba recostado sobre ella apoyada en su hombro con una mano en su cintura. Él levantó la mirada hacia ella.
-Rin… No…-Le suplicó con la mirada que no sacara cualquier conclusión de aqullo.

-Se terminó-le dijo fría y cerró la puerta de un golpe.

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