Special Thanks a Vitainuka S.!!!
La observó durmiendo
abrazada con brazos y piernas a la almohada, por lo que sabía no la había
soltado en toda la noche. El despertador volvió a sonar pero su prima ni se
inmutó, seguía durmiendo ignorando por completo la hora. Lo apagó ella y con
una sonrisa acarició su frente.
-Bella durmiente, es
hora de despertarse, wake up!-le dijo sin gritar demasiado para no ser tan
abrupta. La menor se removió un poco pero no se despertó, seguía en su mundo de
ensueño. Le causó gracia la negación a despertarse que tenía. Se acercó a su
oído y susurró- Ya es hora de despertarse, Rin…
Con la cercanía
pareció reaccionar más pero aún estaba soñando.
-Cinco minutos más,
Len… -Se giró sin soltar la almohada ¿Cómo hacía para despertarse todos los
días? ¿Len se tomaba el trabajo de ir a su habitación y sacudirla hasta que se
levante? Decidió destaparla para que el frío la obligue a despertarse-Quiero
estar todo el día abrazada así cont…-dejó de murmurar en sueños cuando abrió
los ojos recordando de pronto que esa no era la cama de su hermano, que la
almohada no era su hermano y que quien intentaba despertarla no era su hermano.
Se había sentado abruptamente en la cama- ¡Lily!-Le reprochó aunque ella no
tuviese la culpa.
Su prima rió y se
alejó de la cama hacia la cómoda que Rin usaba para maquillarse y peinarse.
-Sí que no te gusta
madrugar, eh-se estaba mirando al espejo arreglando su cabello con unas
hebillas que había ahí-Tienes suerte de que esté aquí para despertarte, te
hubieses quedado dormida de no ser por mí-le guiñó un ojo a través del espejo
ya que sabía que la estaba mirando.
Rin se sonrojó ¿Qué
había llegado a decir dormida? Al parecer su prima no había escuchado nada
porque no parecía indignada o sobresaltada.
-¿Qu.. Qué haces
despierta tan temprano? No es necesario que me despiertes…-se levantó de la
cama evitando su mirada en el espejo. Mientras Lily estuviese allí tendría que
tener mucho cuidado con lo que pudiese decir dormida.
-Estoy totalmente
descolocada con los horarios, es el jetlag supongo…-Se dio vuelta y le sonrió
mientras buscaba el uniforme-Me desperté como a las cinco de la mañana y desde
ahí que no me pude dormir… Pero como mis amigas de casa están despiertas porque
allí son como las siete de la tarde me quedé hablando con ellas por mensaje… Y
viendo cómo dormías ¡Tu pareja cuando duerman juntos sufrirá de noche! No
soltaste esa almohada por nada del mundo-rió con ganas poniéndose de pie.
Rin se sonrojó aún más ¿Len sufriría dormir con ella todas las noches?
Estaba segura que, como a la almohada, no lo dejaba de abrazar en ningún
momento.
-Llegó Lily de Estados
Unidos-comentó muy molesta mordiendo con furia un sándwich. Era la hora del
almuerzo y estaba sentada en una mesa en el patio del instituto junto con Miku
y con Haku.
-¡¿Hacé cuánto que no
veías a tu prima?!-le sonrió pero notó al instante la disconformidad-¿Eso te
puso de mal humor todo el día?
-No estoy de mal
humor-frunció el ceño-. Estoy como todos los días…
-No engañas a nadie,
Rin-le guiñó un ojo-¿No es verdad que estuvo todo el día con cara de “voy a
asesinar a mi prima”, Haku?-buscó apoyo en su nueva “discípula”.
-Eh… yo… Supongo que
sí…-tartamudeó un poco ocultándose detrás de su botella de agua.
-¡Mentira! Yo no
quiero asesinar a nadie-resopló, admitir que estaba molesta con ella era
admitir que estaba en realidad celosa de ella, celos que ni siquiera sentía por
Miku que había estado con su hermano antes que ella.
-Ya… Si tú lo
dices-levantó las cejas, era obvio que no la iba a dejar de molestar con ese
tema-¿Y dónde está ella ahora? ¿No se inscribió al instituto en este tiempo que
iba a visitarlos? Lo hizo una vez cuando eran más chicos ¿verdad?
-Dijo algo como que
iba a estar muy poco tiempo para eso, la última vez se había quedado más de un
mes-desvió la mirada-. Además dijo que había venido exclusivamente para cuidar
de Len…
-¡Ajá!-La señaló
ganando la batalla-Entonces estás celosa porque ella está cambiándole las
vendas en este momento mientras hablamos-la miró con picardía y a Rin le
subieron los colores de furia. ¿Realmente estaría ayudándolo con el vendaje?
¡Ella quería hacer eso! Miku rió-¡Era una broma! Pero es eso entonces…-suspiró-Rin,
ella es tu prima y está bien que cuide de Len…
-Yo me puedo encargar
de eso-dijo ofendida ya admitiendo sus celos abiertamente.
-No, estás aquí ahora mismo, tu madre está trabajando, Len tiene suerte
de contar con alguien en su casa… ¿Quién va a ayudarlo a bañarse si no
fuera…?-la rubia le cortó la broma lanzándole el envoltorio de su sándwich para
callarla-Bueno, no te enojes tanto…-sonó el timbre que anunciaba el final del
descanso y ella suspiró-Es tan divertido hacerte enojar, Rin, pero debemos
volver-se pusieron de pie y se encaminaron al edificio-Trata de pensar que es
bueno que Len tenga una ayuda en casa, no que tienes que competir contra
alguien ¿sí?-intentó consolarla un poco pero ella ya se estaba imaginando cómo
es que Lily y Len se estaban juntos bajo la ducha y no la escuchaba.
-¿Me explicas cómo
haces para que se te ocurran tan buenas ideas? –rió rasgando levemente la
guitarra.
-No son tan buenas…-se
pasó una mano por el pelo incómodo por el halago.
-¿Cómo que no? ¡Eres
un genio, Len! –lo despeinó- Vamos otra vez-acomodó los dedos en los acordes
leyendo un papel que estaba sobre la cama entre ambos, ella estaba sentada al
borde de la cama y su primo acostado con algunos almohadones en la espalda para
que pudiera estar inclinado. La rubia comenzó a tocar y él le fue marcando el ritmo tarareando bajo.
-¡Estoy en casa!-Rin
subió las escaleras corriendo ya que no había obtenido respuesta en la planta
baja. Se quedó parada en el pasillo donde estaba la puerta abierta de la
habitación de su hermano.
-Ah… Hola, Rin-Le
sonrió desde la cama.
-¡Ey, Rin!-la saludó
con la mano su prima girándose un poco para verla ya que estaba de espaldas-¿Quieres
ayudarnos? Estamos componiendo unos temas, ¡Tu hermano es el mejor para esto!
Yo creo que Miku se hizo famosa gracias a…
-No-la interrumpió en
seco y se dio la vuelta encaminando a su habitación. Se había puesto roja de la
envidia, se suponía que Len sólo componía para ella, que se inspiraba en ella.
Los dos primos en la
habitación se miraron a los ojos con una ceja en alto. Len no comprendía a qué
se debía esa reacción.
-¿Estás bien,
Rin?-preguntó en voz un poco más alta. Ella ya en la puerta de su cuarto se
mordió el labio inferior un poco insegura por haberse comportado de esa
forma-¿Quieres hablar?-. Él hubiese deseado poder estar en todas sus capacidades
para ir a verla, para poder obligarla a verlo a los ojos y descubrir qué le
sucedía realmente.
-Tengo deberes que
hacer-. Se inventó de excusa y cerró la puerta detrás de ella. Tomó aire y se
tiró en la cama boca abajo. ¿Por qué sentía tantos celos de su prima? Ella era
como una versión mejorada de sí misma ¿A Len no le gustaría más ella? Tenían
todo el tiempo del mundo para estar a solas y ella jamás se enteraría de lo que
estarían haciendo.
Len suspiró. Casi
todos sus deberes los terminaba haciendo él mismo, claramente estaba
mintiéndole.
-Iré a hablar con
ella-sentenció Lily poniéndose de pie con determinación. Su primo la tomó por
el brazo para detenerla y negó con la cabeza-¿Por qué?-dijo frustrada-Quiero
ayudarla-hizo un leve puchero.
-Déjala un rato a solas…-le sonrió para ser conciliador-¿Las mujeres no
tienen esa época del mes donde…?-Su prima lo interrumpió de un golpe en la
frente-¡Auch!-sosteniéndose el lugar del golpe-¿Así vas a cuidarme?-le sonrió.
Subió las escaleras en
silencio arrastrando los pies. Se escuchaban risas desde la habitación de su
hermano. Toda la semana había sido igual, cada vez que llegaba del instituto se
los encontraba en la habitación sentados en la misma cama divirtiéndose. Era
como si Len se hubiese olvidado de ella. No le mandaba mensajes durante el día,
no tenían ningún momento a solas, compartía con Lily todo el día y casi toda la
tarde, ella sólo salía de su habitación para bañarse y cenar con ella y su
madre, se despertaba temprano por la mañana y desde ese momento se mudaba a su
habitación cuando ella se iba al instituto. Sentía que cuánto más lejos estaba
de él su prima iba reemplazándola de a poco. Casi no hablaba con ella, le
respondía vagamente para ocultar sus celos.
Al pasar por la puerta
del cuarto de su hermano solo dio un pequeño vistazo, ya sabía que sea lo que
sea que estuviesen haciendo la iba a hacer reaccionar como todos esos días.
-¿Te hace cosquillas?
¡Eres débil!-reía ella.
-¡Basta! ¡Yo.. yo
puedo hacerlo solo!-la risa no lo dejaba hablar bien. Trataba de apartar las
manos de su prima. Ella estaba untándole una crema en el abdómen donde tenía la
herida, tenía la camisa del pijama totalmente desabotonada-¡Es muy fría!-se
quejó-Ya es bastante, ¡bastante!
-No seas llorón, Len
¡Esto tiene que cicatrizar bien!-volvió a pasarle la mano por la piel desnuda.
Su primo levantó la vista y se encontró con la mirada de su hermana, dejó de
reír inmediatamente al ver su expresión.
-Bienvenida a casa…-dijo
con voz insegura sin poder descifrar su mirada. Lily frunció el ceño confundida
y se dio la vuelta.
-¡Rin!-le sonrió y le
mostró las manos pegajosas por la crema-¿Quieres venir a torturar a Len? Nunca
lo vas a tener tan indefenso-le guiñó un ojo. La aludida la miró unos segundos
y luego volvió a ver a su hermano un poco más de tiempo, como reprochándole lo
que estaba haciendo. Sin decir nada se fue hacia su habitación-¿Rin…?-Lily volvió
a mirar a su primo-¿Quieres que siga dejándola a solas o prefieres que vaya a
hablar con ella esta vez?-inquirió indecisa-Estuvo así toda la semana… ¿No
pensará que estoy demasiado tiempo contigo y nada con ella?-él negó con la cabeza-.
Lo que tu digas…-se encogió de hombros- ¿Te ayudo con las vendas o puedes
solo?-se las acercó-Iré a darme una ducha para sacarme esto-Le mostró las manos
pegajosas y se levantó de la cama.
-Puedes ir
tranquila-le sonrió pero sin prestarle atención. Tomó las vendas y su prima
dejó la habitación, él comenzó a vendarse, lo había hecho solo toda la semana
con un poco de ayuda pero ya había aprendido a hacerlo bien sin necesitar de
nadie. No podía dejar de pensar en la mirada de reproche de su hermana ¿Estaría
haciendo algo mal? Era claro para ambos que tenían que mantener una distancia
mientras estuviese su prima para que no los descubriese, ella era bastante
perceptiva, ambos estaban haciendo su mejor esfuerzo por no ser atrapados ¿O
no?
Cuando terminó de
vendarse y cerrarse la camisa tomó una desición.
-Rin…-Llamó sin querer
hablar demasiado fuerte para que su prima en el baño no escuchara-Riiiin… ¿Me
oyes?-volvió a intentar pero no tuvo respuesta. Suspiró y miró a su alrededor
buscando la forma de comunicarse, tomó su teléfono celular de la silla que le
habían dejado cerca de la cama con varias de sus cosas. La buscó en los números
favoritos y tocó la tecla llamar.
Rin se había ocultado
bajo la almohada para acallar sus pensamientos ¿Si ella no hubiese llegado en
qué habrían terminado ellos dos? ¿Por qué otra podía tocar a Len de esa manera?
¿Cómo Len lo permitía? ¿No se daba cuenta que la mataba de celos? ¿Acaso ya no
le importaba nada? ¿Se lo estaba haciendo a propósito? El teléfono vibraba en
su mesa de noche prendiéndose como la única luz en la habitación, lo tomó
extrañada y al ver la imagen del contacto que la llamaba se sonrojó
abruptamente, en la foto estaban ella y Len abrazados. Cortó de inmediato la
llamada. No quería hablar con él.
Len miró extrañado la
pantalla del teléfono ¿Llamada interrumpida? Volvió a llamar. Después de un
beep le dio el contestador nuevamente. ¿Estaba cortando las llamadas? Resopló
molesto ¿Por qué no le atendía. Volvió a intentar y el mismo resultado. Con el
ceño fruncido comenzó a escribir un mensaje, la podía ver en línea.
“¿Qué sucede,
Princesa? ¿Por qué no respondes las llamadas?” Envío y esperó respuesta.
Ver el mensaje la
asustó ¿Qué iba a responder? No quería admitirle su derrota a él.
“¿Ahora te acuerdas de
mí?” Respondió sin pensar demasiado, sentándose en la cama con el teléfono en
ambas manos esperando.
Miró extrañado esa
respuesta ¿Qué quería decir eso?
“Estoy todo el día
pensando en ti”. No iba a caer en ninguna trampa que podía estar pensando ella.
“¿Ah sí? No lo
parecía, te estabas divirtiendo bastante”. Envió cada vez más enojada, el
cinismo era la forma de expresar su dolor.
¿Eso era una escena de
celos? ¿Realmente? Suspiró y trató de disipar la tormenta.
“¿De qué hablas? Realmente
pienso en ti todo el tiempo ¿No quieres venir aquí? Estamos a menos de 10
metros de distancia”. Sería mucho más sencillo calmar cualquier pensamiento
extraño estando cerca, sabía que su prima todavía estaría un rato en el baño,
se quedaba largo rato bajo la ducha y luego haciendo vaya-a-saber-qué cosas.
Se mordió el labio
inferior sin saber qué decirle, no quería estar en su habitación, no quería que
la viese y descubriese todo lo que sentía.
“Como Lily no está te
aburres y ahora quieres que vaya… En este instante no tengo ganas de ir para
ser tu segunda opción…”
Puso los ojos en
blanco leyendo la ridícula excusa.
“¿En serio, Rin?” Fue
todo lo que se le ocurrió responder, hubiese preferido llamarla en voz alta en
vez de seguir con ese juego tonto, pero escuchaba como la ducha se había
cerrado, Lily estaba secándose el cabello y podía escucharlo. “¿Qué pasa? ¿De
verdad estás haciendo una escena de celos por Lily?”.
Apoyó la cabeza en las
rodillas, se había dado cuenta, ella no servía para ocultar nada, pero él
quería que lo admitiese.
“¿Estás haciéndolo a
propósito? Si quieres alejarme puedes decírmelo, no necesitas armar esas
escenas a la hora en la que llego para que las vea.”
¿Escenas? ¿De qué
estaba hablando? Le había pedido ayuda a Lily porque no quería que Rin viese su
cicatriz, acababan de sacarle los puntos y sabía que Rin era alguien
impresionable.
“No sé de qué hablas”.
Suspiró. “Rin, no puedes tener celos de Lily, es nuestra prima ¿de verdad piensas
que podría sentir algo por ella?”
Al leer el mensaje se
le llenaron los ojos de lágrimas, la angustia que estaba acumulando esos días
se estaba soltando. Tomó una larga bocanada de aire con un extraño nudo en la garganta.
“No lo sé. Yo soy tu
hermana ¿De verdad puedes sentir algo por mí?” Dejó el teléfono caer y se
abrazó a sí misma.
-No me hagas esto…-suspiró
leyendo el mensaje. No lo pensó dos veces y se puso de pie con cierta dificultad
haciendo muecas de dolor cada vez que sentía como tiraba la cicatriz de su abdomen.
Apoyando la mano en la pared se fue ayudando para llegar al pasillo y a la
puerta de su hermana. Tomó el pomo para abrirla.
-¿Qué haces, Len?-la
voz alarmada de su prima saliendo de la puerta de al lado envuelta en una toalla
que sostenía con una mano-¿Buscabas algo? Deberías llamarme, tienes que estar
en cama…-Lo tomó de la mano tirando de él-Yo puedo buscar lo que necesites, te
ayudaré a acostarte…
-Lily, no…-con el
tirón de su mano y el poco equilibrio que tenía por haberse soltado de la pared
para abrir la puerta trastabilló, su prima quiso agarrarlo antes de que se
cayera pero lo único que logró fue hacer que Len se cayera de lleno encima suyo
tirándola a ella al suelo también.
-¡Leen!-gritó en la
caída.
Rin levantó la cabeza
mirando la puerta de su habitación en penumbras. ¿Qué había pasado? Se levantó
y fue hasta la puerta para abrirla. Se quedó helada al ver la escena. Se
encontraban los dos en el piso, Lily semi envuelta en una toalla que ya ni la
tapaba y Len estaba recostado sobre ella apoyada en su hombro con una mano en su
cintura. Él levantó la mirada hacia ella.
-Rin… No…-Le suplicó
con la mirada que no sacara cualquier conclusión de aqullo.
-Se terminó-le dijo fría y cerró la puerta de un golpe.